«Me da que (a los españoles) el siglo XIX «nos cae mal», aunque no fue mucho menos movido que el que tuvieron, sin ir más lejos, en Francia«
Una entrevista de Federico Romero Díaz para Divulgadores de la Historia.
Hoy hablamos de la I República Española con uno de los más célebres y exitosos miembros de Divulgadores de la Historia, el politólogo y ensayista Javier Santamarta del Pozo. Es autor de «Siempre tuvimos héroes. La impagable aportación de España al humanitarismo»; «Siempre estuvieron ellas: Galería histórica de hispanas memorables» y después de su éxito “Fake News del Imperio Español”, lanza su nuevo libro: “Eso no estaba en mi libro de historia de la Primera República”, en el que trata arrojar un poco de luz a un momento clave de la historia de España inexplicablemente dejado de lado. Con su estilo característico y muy cercano, Javier nos va desgranando la complicada madeja de nuestra historia.
Cada vez se divulga más sobre el siglo XIX en general y sobre el XIX español en concreto. ¿Qué te llevó a escribir un ensayo sobre nuestra Primera República?
La verdad es que mi idea en general sobre la divulgación se centra (¡o al menos lo intenta!) sobre los aspectos menos conocidos en general por el gran público. Da igual que sean personajes o eventos. Y sobre la Primera República es evidente la falta de bibliografía que no sea netamente académica, que dé a conocer de manera amena y rigurosa, este episodio tan ignorado de la Historia de España.
¿Porqué se trata de un momento histórico bastante ignorado por el público en general, se supone que los españoles deberíamos conocer mejor los detalles de nuestro primer intento de un régimen “no monárquico”?
Enlazando con la primera pregunta, en general tenemos al siglo XIX bastante olvidado (¡por no decir que demonizado!), y lo metemos todo en un mismo saco pesimista. Es como si quisiéremos olvidar aquellos reinados de Fernando VII y de Isabel II, las guerras civiles carlistas (¡que fueron cruelísimas!), y en general todo un periodo que comienza con la terrible Guerra de 1808 contra el francés y las emancipaciones americanas, terminando con el llamado Desastre del 98. Me da que (a los españoles) el siglo XIX «nos cae mal», aunque no fue mucho menos movido que el que tuvieron, sin ir más lejos, en Francia.
«(El inicio del camino hacia la Primera República) Se hizo de manera contraria a la legalidad, pues constitucionalmente Congreso y Senado tenían prohibido constituirse en Asamblea, cosa que constató el presidente de Las Cortes al ver que se iba a iniciar un nuevo camino con un primer paso más que discutible. Pero, claro, ¡el mismo Amadeo también dimitió de manera inconstitucional! Con lo que casi podíamos decir que una cosa trajo necesariamente la otra.»
¿Qué razones impidieron el arraigo de la monarquía constitucional respaldada por Prim en la figura de Amadeo I de Saboya?
La primera el asesinato del mismo Prim, de su valedor, justo antes de comenzar. De hecho, el primer acto que realiza nuestro primer monarca democrático (ya que viene elegido directamente por Las Cortes), es acercarse al velatorio en la madrileña iglesia de Atocha donde reposa el cadáver del general asesinado. Con ese inicio la cosa tenía pocos visos de ir a mejor, la verdad. ¡Incluso se llegaría a atentar también contra Amadeo!
¿Cuál es el camino previo que lleva al Congreso y al Senado constituidos en Asamblea Nacional a la proclamación de la Primera República española? ¿ Se llegó a ella por “descarte”?
Todo este periodo se enmarca en lo que se conoce como Sexenio Revolucionario o Democrático, donde se pasa, tras la Revolución Gloriosa donde se derroca a Isabel II y, pretendidamente, a toda la dinastía de los Borbón, de una regencia a una monarquía. Tras el fracaso en el intento de esta nueva forma democrática con un monarca, se intenta un modelo a la francesa aunque, claro, con la peculiaridad de no tener claro el modelo de república que se quería. Descarte o no, era una opción lógica y viable. Pero seguramente no los suficientemente pensada y consensuada.
¿Se hizo desde la legalidad o se proclamó “manu militari»?
Se hizo de manera contraria a la legalidad, pues constitucionalmente Congreso y Senado tenían prohibido constituirse en Asamblea, cosa que constató el presidente de Las Cortes al ver que se iba a iniciar un nuevo camino con un primer paso más que discutible. Pero, claro, ¡el mismo Amadeo también dimitió de manera inconstitucional! Con lo que casi podíamos decir que una cosa trajo necesariamente la otra.
«Los méritos creo que, al margen de logros puntuales como, por ejemplo, la abolición de la esclavitud negrera en Puerto Rico, fueron dejar claro que, pese a todo, viniera lo que viniera, las cosas tenían que hacerse de otro modo. «
¿Cuáles fueron las razones profundas del fracaso del intento federal y de la explosión del cantonalismo en la España de ese momento?¿ Se trató de una rebelión contra el poder central, o contra el molesto vecino?
El encaje territorial español siempre ha sido complicado. La división provincial efectuada por Javier de Burgos a imitación de los departamentos franceses tampoco es que fuera perfecta. Pero la idea de un federalismo de abajo a arriba, como pretendió Pi y Margall, menos. Pues daba alas a una atomización que iba más allá de los diecisiete estados federales que se pensaba quedaría constituida la república. Los municipios y regiones tomaron para sí ese poder que impedía cualquier viso de acatamiento a ningún poder central, para gobernar a su antojo. Contra el molesto vecino o por cualquier interés espurio y localista que podamos imaginar.
En un momento dado se pasa de una República Federal a otra unitaria bajo la dirección del General Serrano. ¿A qué se debió?
A que tras casi un año de república y cuatro presidentes del Poder Ejecutivo al mando, se falla una moción de confianza para pasar a un quinto, pero sin la esperanza de que los problemas en los que estaba metida la República (guerras cantonal, carlista y de Cuba; los económicos y sociales…), con lo que el general Pavía disuelve el Parlamento, pero no la República. Otorgándole el poder al general Serrano, que había sido el regente tras La Gloriosa, para acabar entre otras cosas, con el problema cantonal. Con lo que el proyecto federal quedó definitivamente arrumbado.
Il. de Tomás Padró publicada el 24 de enero de 1874 en La Madeja Política. Wikimedia Commons
¿Se habla mucho de sus fallos, pero cuáles fueron los grandes méritos de esa primera experiencia republicana?
Los méritos creo que, al margen de logros puntuales como, por ejemplo, la abolición de la esclavitud negrera en Puerto Rico, fueron dejar claro que, pese a todo, viniera lo que viniera, las cosas tenían que hacerse de otro modo. Esa es la razón por la que Cánovas del Castillo en la sombra, va preparando al príncipe Alfonso para convertirse en rey, pero un rey constitucional y, diríamos hoy, democrático. Pues estaba claro ya que la soberanía residía en el pueblo y en sus representantes, y nunca más un monarca iba a ser ya soberano o iba a ejercer poderes como los tuvo la madre o el abuelo del que será proclamado como Alfonso XII. ¡No es poca cosa!
¿Algún nuevo proyecto en mente Javier?
¡Siempre! Aunque desgraciadamente por temas contractuales no puedo hablar abiertamente de ellos, sí que puedo decir que será sobre un tema relacionado con la Historia de España, pero que será completamente diferente a lo que he hecho hasta ahora. Tanto en tema como en forma. ¡Espero que guste!
Pues muchísimas gracias por tu tiempo compañero. Ha sido un auténtico placer charlar contigo y te deseamos muchísimo éxito con este libro y con los que te quedan por escribir..
Pinchar sobre la imagen si queréis comenzar a leer el libro.
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