Josep Casals, el diseñador gráfico que acerca el pasado al público contemporáneo. La innovación al servicio de la historia.

«Debemos denunciar los fakes y la manipulación, más en la era de la IA que estamos viviendo, pero en líneas generales pienso que es tan válida la divulgación por parte de un proyecto científico como la de un aficionado a la historia que se informa leyendo libros que están al alcance del público. Debemos valorar su calidad, pero creo que los objetivos son diferentes y que todo el mundo tiene su espacio, que el consumidor elija según su predisposición a la información que recibe.»

Una entrevista de Federico Romero Díaz  para Divulgadores de la Historia.

Estamos de suerte, hoy vamos a tener la oportunidad de hablar con Josep R. Casals. Es Diseñador Industrial y Máster en Diseño de Transporte experto en tecnologías digitales y 3D, con amplia experiencia en diseño y desarrollo de producto y en arquitectura desarrollando proyectos. Actualmente es diseñador y artista digital freelance dedicado a la ilustración histórica y a la reconstrucción virtual de yacimientos arqueológicos y ciudades del pasado, colaborando en investigación, protección e interpretación del patrimonio.

En la actualidad es uno de los diseñadores más destacados en la investigación y la representación visual del patrimonio, buscando formas innovadoras de acercar el pasado al público contemporáneo.

Josep, antes que nada agradecerte el tiempo que nos dedicas, nos gustaría preguntarte:

Tus primeros trabajos no se dedicaron a la representación visual  del patrimonio ¿Cuál fue el camino que te llevó hasta allí?

Antes que nada, muchas gracias a vosotros por interesaros en mi trabajo. Yo vengo del mundo industrial y la arquitectura. Soy hijo de arquitecto y mi primer contacto con el mundo real fue proyectando en la oficina de mi padre, así que pese a no ser arquitecto de carrera, tengo una gran afinidad con la arquitectura porque la he vivido en casa y como primera experiencia trabajando. Después de estudiar, ya en el sector del diseño tuve la oportunidad de participar en todo el proceso desde el diseño de concepto hasta el prototipado e industrialización, trabajando en campos diversos como automoción, interiores de aviones, desarrollo de producto o interiorismo en el sector digital. El diseño aúna a partes iguales tecnología y arte, así que siempre me he considerado un creador de cosas a través de herramientas digitales. En algún momento sentí que podía aplicar esos conocimientos en el uso de la tecnología y el 3D, junto a mi propia creatividad a otros sectores. Me interesaba mucho la historia y la arqueología, las reconstrucciones virtuales de sitios históricos eran un nicho incipiente donde se habían empezado a hacer cosas, pero eran pocos los proyectos serios que apostaban por el mundo digital como medio de difusión. Durante un tiempo hice algunos experimentos para comprender dónde podían llegar las herramientas que ya conocía y aprender a sacarles partido, en 2012 me llegó la oportunidad de colaborar en un proyecto relacionado con el patrimonio con investigadores de la UB. A partir de ahí fui entrando en ese mundo y trabajando cada vez más en patrimonio hasta que me desvinculé totalmente del trabajo en otros sectores que había estado compaginando. En 2015 ya estaba plenamente dedicado a la historia y la arqueología y empecé a trabajar con DespertaFerro, lo cual me ayudó mucho a que mi trabajo tuviera más difusión.

Woxeter romana, Británia.

Tienes ya una prolongada trayectoria y has participado en numerosos proyectos. ¿Nos puedes hablar,  aunque sea por encima, cuáles han sido los más significativos para ti? ¿De cuáles estas más orgulloso?

Me siento un poco padre de todos, estoy muy agradecido de haber podido tocar casi todas las épocas, desde tiempos antiguos hasta la misma Guerra Civil, y de haber hecho mucho trabajo del mundo romano. Parece que éste sigue despertando mucho interés en el público y tiene mucha demanda, tanto del sector editorial como de la misma academia, pero estoy casi más orgulloso de ciertos trabajos que han significado algún cambio importante pese a no ser tan trascendentes como otros. Por ejemplo la reconstrucción de Babilonia que realicé para DespertaFerro fue mi primera reconstrucción de una gran ciudad, aposté fuerte al afrontar ese tipo de trabajo en 3D porque, hasta la fecha, nadie se lo había planteado como vía para realizar una simple vista que normalmente se resuelve con una ilustración 2D. Pero para mi es importante proporcionar un marco lo más realista posible, y una ciudad en dimensiones reales y con arquitectura en dimensiones reales te da una perspectiva verdadera de lo que estás representando.

babilonia en el 550 a.C.

También me siento muy orgulloso del trabajo que hacemos con los investigadores de Construyendo Tarteso en el Turuñuelo y Cancho Roano, pues su apuesta por incorporar la reconstrucción virtual como herramienta de investigación, no sólo como simple vía de difusión de un proyecto terminado, significa un antes y un después en mi profesión y me permite ir más allá.

En los últimos años he dado un giro a mi sistema de trabajo incorporando Unreal Engine en ciertos proyectos complejos. Se trata de un motor de videojuego de renderizado en Tiempo Real, una auténtica revolución en la industria al poder trabajar con una calidad de imagen muy alta en un entorno en tiempo real.

JR. Casals

¿Qué desafíos has enfrentado al trabajar como diseñador y artista digital en el ámbito de la interpretación del patrimonio?

Lógicamente los objetivos y la forma de trabajar difiere mucho del mundo industrial o la arquitectura, por ejemplo en la precisión del trabajo, pues siempre hay que saber escalar ésta a los objetivos y la extensión del sitio, no es lo mismo un yacimiento arqueológico de 400m2 que una ciudad de varias hectáreas. Mis conocimientos de arquitectura me ayudan mucho a plantear soluciones que muchas veces los equipos de arqueólogos no ven con tanta claridad, y que una vez levantados en 3D son más fáciles de discutir. El reto está en saber interpretar con ellos las posibles soluciones para elaborar una hipótesis, mi trabajo no puede ser una creación espontánea basada en el levantamiento en 3D a partir de un plano, sinó que hay un diálogo en el que hay que combinar los datos reales, los paralelos conocidos y las soluciones que los investigadores ya han imaginado previamente. Muchas veces hay que aplicar soluciones creativas que sabemos que siempre se han adoptado en función de las necesidades y que pueden dar lugar a arquitecturas menos “rígidas”, pues solo tenemos que observar algunos de nuestros edificios históricos con sus reformas, ampliaciones, destrucciones y reconstrucciones para entender que pocas veces responden a un único plan prediseñado, como cuando pensamos en la arquitectura romana, tan modular y organizada. La realidad y el resultado del paso del tiempo suele dar soluciones muy diferentes de los planes que imaginamos que alguien trazó hace tiempo con un objetivo que a menudo se nos escapa, pero que siempre intuimos como algo estético y organizado.

Tortosa, Siglo XVI.

Pero para mi el auténtico principio es comprender la topografía, establecer la diferencia entre lo que vemos ahora y lo que debió ser en la época. De nada serviría empezar a reconstruir un edificio sin mirar alrededor y preguntarse porque lo construyeron allí, como era el entorno en ese momento, qué cambios ha sufrido, como han afectado estos a lo que queda actualmente.

JR.Casals

¿Qué herramientas de  diseño y  arte digital utilizas en tu trabajo cotidianamente?

Trabajo desde siempre en 3D Studio Max, con el apoyo de muchos otros softwares de creación que son parte del proceso, desde tratar los datos de CAD, GIS y fotogrametría hasta los conocidos Photoshop, Substance y toda una panoplia de herramientas asociadas para las texturas y materiales o recrear objetos concretos. En los últimos años he dado un giro a mi sistema de trabajo incorporando Unreal Engine en ciertos proyectos complejos. Se trata de un motor de videojuego de renderizado en Tiempo Real, una auténtica revolución en la industria al poder trabajar con una calidad de imagen muy alta en un entorno en tiempo real. Es como trabajar dentro de un videojuego donde podemos ir creando nuestro entorno a partir de modelos hechos previamente para ir creando nuestro pequeño mundo virtual, aplicando materiales y texturas y ajustando todos los detalles con sus acabados finales y trabajando con iluminación y cámaras realistas, de forma que siempre vemos el resultado de lo que estamos haciendo, sin esperar largos tiempos de cálculo de imágenes para ver el resultado como pasa en los editores 3D tradicionales.

Cuando surge una nueva tarea, un nuevo encargo  ¿Como enfocas el nuevo  proyecto? ¿Cuáles son los pasos que sigues en el proceso creativo?

Todo proyecto empieza por reunir información para poder comprender bien el contexto y las necesidades del cliente para establecer objetivos. Tras varias entrevistas y visitas al sitio en cuestión (cuando se puede visitar), hay que analizar la documentación, artículos, fotos y documentación gráfica, Cad y fotogrametría, etc. Pero para mi el auténtico principio es comprender la topografía, establecer la diferencia entre lo que vemos ahora y lo que debió ser en la época. De nada serviría empezar a reconstruir un edificio sin mirar alrededor y preguntarse porque lo construyeron allí, como era el entorno en ese momento, qué cambios ha sufrido, como han afectado estos a lo que queda actualmente. Siempre parto de una hipótesis del terreno, porque esa primera suposición ya puede afectar a cómo planteamos el resto de trabajo. Algunas veces se trata simplemente de estudiar y establecer los caminos antiguos, entradas y salidas del recinto, murallas si tiene, para poder dar paso al urbanismo y diseñar una planta realista.

Emérita Augusta, Hispania

En realidad hay bastante margen creativo, porque muchas veces la reconstrucción no se apoya en datos tan científicos como en un yacimiento arqueológico con mucha potencia excavada, e incluso estos ofrecen datos limitados. Podemos saber el tipo de pigmento exacto del recubrimiento de una pared y podríamos extrapolarlo de la forma más rigurosa imaginable, pero si no sabemos que pasa a 1m del suelo porque ya no hay más datos, lo que no podemos hacer es levantar una pared recta y con el mismo acabado y cerrar el tema.

JR. Casals

Otras veces los cambios te obligan a pensar que las modificaciones del terreno nos han hecho perder una buena parte del complejo que nunca sabremos realmente cómo fue. Hay que decir que esa parte difiere mucho de un proyecto grande como una ciudad a uno acotado como un edificio del que se conservan restos arqueológicos precisos. A partir de ahí hay un desarrollo de la arquitectura que, como he dicho, es un diálogo constante con los arqueólogos y arquitectos si forman parte del equipo, para ir elaborando una hipótesis que crecerá de la simple fase estructural hasta terminar de cubrir las estructuras planteando edificios completos. Estos siempre se irán comparando con posibles paralelos para contener la hipótesis en un contexto cultural y temporal adecuado. Pero a veces los paralelos no existen, como en el caso de Tarteso, donde podemos apoyarnos en referentes orientales y buscar soluciones arquitectónicas para comprender lo que tenemos entre manos, pero nunca hay un “templo tartésico” de referencia, como sí pasa en el mundo romano. Hasta la resolución final hay un trabajo a medio camino entre los datos científicos y lo puramente creativo, pues aunque tengamos muchos datos arqueológicos llega un punto en que hay que aplicar soluciones creativas.

¿Qué lugar deja el rigor histórico en tus proyectos de reconstrucción, de representación del patrimonio histórico a la creatividad propia de un artista?

En realidad hay bastante margen creativo, porque muchas veces la reconstrucción no se apoya en datos tan científicos como en un yacimiento arqueológico con mucha potencia excavada, e incluso estos ofrecen datos limitados. Podemos saber el tipo de pigmento exacto del recubrimiento de una pared y podríamos extrapolarlo de la forma más rigurosa imaginable, pero si no sabemos que pasa a 1m del suelo porque ya no hay más datos, lo que no podemos hacer es levantar una pared recta y con el mismo acabado y cerrar el tema. La hipótesis se basa en datos precisos pero necesitamos ser creativos para imaginar cómo habrían resuelto en esa época lo que no ha llegado hasta nosotros. Y en los casos apoyados mayormente en documentación escrita las dudas crean unas lagunas inmensas, porque una cita en un documento sobre la obra de reparación de una torre de un castillo no te da apenas información. Esa torre debe tener dimensiones, grosor, altura, estructura, materiales reales y acabados visibles, es muy difícil hacerse una idea en estos casos donde ni siquiera hay unas dimensiones de partida, y ahí la creatividad es un factor determinante que debe estar bien guiado para ofrecer una imagen verosímil.

Catedral de Toledo

Las redes sociales nos permiten una exposición pública, con lo bueno y lo malo que eso conlleva. Para los profesionales, que al fin y al cabo, vendemos un servicio, es un excelente escaparate donde explicar lo que hacemos y cómo lo hacemos, y eso es aplicable a los proyectos donde difundimos los resultados de una investigación científica, porque el canal es el mismo aunque pueda variar ligeramente el público objetivo.

JR. Casals

Hablemos de futuro, ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentamos hoy al divulgar la historia a través de medios digitales?

El mundo digital es complejo. Información masiva, rápida, de consumo inmediato. Llegamos a todo el mundo de forma directa y recibimos muchísima información diariamente, pero es difícil discernir qué es realmente útil y que no. Un problema que veo yo es que no se pueden poner límites a la divulgación, debe ser el consumidor el que escoja en la oferta que tiene y se decante por lo que le ofrezca un mejor servicio, por decirlo de alguna manera. Debemos denunciar los fakes y la manipulación, más en la era de la IA que estamos viviendo, pero en líneas generales pienso que es tan válida la divulgación por parte de un proyecto científico como la de un aficionado a la historia que se informa leyendo libros que están al alcance del público. Debemos valorar su calidad, pero creo que los objetivos son diferentes y que todo el mundo tiene su espacio, que el consumidor elija según su predisposición a la información que recibe. Algunas veces vemos disputas relacionadas con casos de divulgación de escaso rigor histórico, a menudo con reacciones exageradas, pero tampoco recibimos información de calidad en ese sentido por parte de los medios de comunicación y no ocurre nada. Y de parte del sector del entretenimiento, el cine, las series y videojuegos nos ofrecen visiones absolutamente sesgadas de la historia, pero son entretenimiento y hay que saber juzgar cada cosa según sus objetivos y su contexto.

SM62-1937

«El problema, según lo veo yo, es que a menudo se consideran las redes sociales como espacio de debate y creo que eso es un error. Claro está que es un buen sitio donde interactuar con el público, pero cuando se pretende crear debate siempre acaba siendo una pequeña guerra de posiciones enfrentadas, y no me parece el sitio adecuado. Para debates de verdad están los foros especializados como los congresos y otros espacios de entornos académicos abiertos a la participación ciudadana.»

JR. Casals

Eres bastante activo en alguna que otra red social ¿Por qué es importante utilizar las redes sociales y plataformas digitales en la divulgación histórica? ¿Algún aspecto positivo o negativo que quieras resaltar?

Las redes sociales nos permiten una exposición pública, con lo bueno y lo malo que eso conlleva. Para los profesionales, que al fin y al cabo, vendemos un servicio, es un excelente escaparate donde explicar lo que hacemos y cómo lo hacemos, y eso es aplicable a los proyectos donde difundimos los resultados de una investigación científica, porque el canal es el mismo aunque pueda variar ligeramente el público objetivo. Para la divulgación histórica en general, al final es también el mejor espacio de comunicación, porque es donde se llega más rápidamente a un público amplio. El problema, según lo veo yo, es que a menudo se consideran las redes sociales como espacio de debate y creo que eso es un error. Claro está que es un buen sitio donde interactuar con el público, pero cuando se pretende crear debate siempre acaba siendo una pequeña guerra de posiciones enfrentadas, y no me parece el sitio adecuado. Para debates de verdad están los foros especializados como los congresos y otros espacios de entornos académicos abiertos a la participación ciudadana.

Nemausus, Galia.

La IA y otras tecnologías pueden dejar obsoleto lo que estamos haciendo hoy en muy poco tiempo, y en ese aspecto yo lo tengo muy claro, entre los catastrofistas que anuncian el fin de la humanidad y los que creen que la IA no nos quitará el trabajo, prefiero estar en una postura central porque pienso que la tecnología está aquí para ayudarnos y siempre se necesitará la creatividad humana para trabajos complejos, pero hay que ser flexible y adaptarse rápido, porque ya hay profesiones en riesgo de desaparecer.

JR, Casals

¿Qué consejo le darías a alguien que esté comenzando a recorrer el mismo camino que tu ya has hecho en el campo del diseño y la interpretación del patrimonio?

Estamos en una época volátil, todo cambia muy rápido (quizás sea la edad jaja). A quién pretenda seguir un camino profesional parecido al mío le diría que antes de invertir tiempo y dinero analice bien la situación y vea qué opciones se presentan en el horizonte, que visualice unos objetivos y se forme acorde con ellos. La formación es clave, pero la tecnología está dando saltos de gigante cada pocos meses y hay que ser certero en las decisiones. Como en todo, hay que avanzar paso a paso de lo general a lo particular, la clave está en la flexibilidad y adaptación a los cambios, especializarse en un mundo tan cambiante es peligroso. La IA y otras tecnologías pueden dejar obsoleto lo que estamos haciendo hoy en muy poco tiempo, y en ese aspecto yo lo tengo muy claro, entre los catastrofistas que anuncian el fin de la humanidad y los que creen que la IA no nos quitará el trabajo, prefiero estar en una postura central porque pienso que la tecnología está aquí para ayudarnos y siempre se necesitará la creatividad humana para trabajos complejos, pero hay que ser flexible y adaptarse rápido, porque ya hay profesiones en riesgo de desaparecer.

Dolni, Vestonice

¿Cómo te mantienes actualizado en cuanto a nuevas tecnologías y avances en el campo de la representación del patrimonio?

Dedico mucho tiempo a seguir en redes y sitios especializados las novedades en cuanto a tecnología y workflow. El ritmo de novedades de los últimos años se ha multiplicado de forma exponencial, en parte por la evolución del hardware y el software, pero también creo que es por la misma aceleración que imprime esta conexión total y constante del mundo digital. Tengo unos objetivos de evolución de mi propio trabajo marcados claramente y lo que hago es dedicar parte de mi tiempo a la investigación, algunas veces es algo que necesito aplicar directamente a un proyecto y otras forma parte de una lista de temas que voy actualizando en función de un Roadmap que pienso seguir. Y no hay duda que aprender de lo que hacen los demás profesionales del sector ayuda a ir orientando ese camino, de forma que todos crecemos con la experiencia de los demás.

Acueducto de Segovia

¿Algún nuevo proyecto en perspectiva?

Sí, tengo muchos proyectos en marcha, participo en 3 proyectos de investigación en sitios arqueológicos en los que trabajamos por fases en el desarrollo de hipótesis y en la difusión de los mismos tanto a nivel académico como para el público general. También estoy muy contento de seguir trabajando con English Heritage, que para mi ha sido un hito profesional  importante al dar el salto fuera de nuestro país trabajando para una institución de primer nivel. En los últimos años se ha ido ampliando mi colaboración con diversos museos de arqueología y ahora añadiré el patrimonio industrial de Cataluña, así que mi trabajo de este año abarcará unos 2500 años de arco temporal, entre Tarteso y la primera edad del hierro en el Mediterráneo, hasta la industria de principios del s.XX.

Pues muchísimas gracias por tu tiempo, ha sido todo un placer aprender de tu experiencia.

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