(Texto de Federico Romero Diaz. Fotos de Librería Tercios Viejos)
Bueno, pues después de años de no celebrar este tipo de encuentros desde la asociación hemos encontrado el momento para volver a vernos.
El mundo de la divulgación histórica esta dominado por las redes y las nuevas tecnologías. Las relaciones de los que nos dedicamos a esto siguen la misma pauta. Son demasiado escasas las ocasiones en las que en nuestras ajetreadas vidas podemos hacer un hueco para quedar y tomarnos algo sin prisas. Al final, por muy frecuentes que sean no dejan de ser relaciones «virtuales». No digo que sea malo, es lo que hay. El hecho de que los miembros de Divulgadores vivan repartidos por casi todas las comunidades autónomas y algún país de Hispanoamérica y Europa hacen imposible esa proximidad y muy de agradecer la existencia de los múltiples canales y formas de comunicación que las nuevas tecnologías nos ofrecen.
Obviamente, esta manera de relacionarse no es perfecta. Por ejemplo, y esto es algo que ya se ha puesto de manifiesto por alguno de nuestros entrevistados, las redes sociales son un estupendo escaparate para exponer a los demás las novedades de tu trabajo, pero un pésimo instrumento para discutir sobre cualquier tema. En la mayor parte de las ocasiones todo acaba en disputas y descalificaciones, más que en una conclusión razonada y aceptada.
Es por esto por lo que es importante realizar encuentros de divulgación en los que las personas que nos dedicamos a esta gran labor tengamos la ocasión de coincidir físicamente en el mismo espacio. Encuentros de desvirtualización que sirvan para tender puentes de entendimiento, amistad y sobre todo de colaboración que den sus frutos en el futuro.
Esa era la idea central que manejamos desde la Junta Directiva de nuestra organización cuando decidimos organizar este acto. Para los que llevamos desde la fundación de Divulgadores de la Historia, se trataba de reconectar con los viejos amigos y de conocer a los que a lo largo de estos complicados años se han ido incorporando a la gran familia que somos.
Con esa idea central en mente, organizamos un primer acto en el que todos los miembros de Divulgadores y aquellos que acudían en calidad de invitados tenían la oportunidad de presentarse brevemente al resto, contarles qué habían hecho hasta el momento y cuales eran sus planes de futuro.
Y después hechas ya las presentaciones llegó el turno de tomar un vino y charlar con los demás.
Fue fantástico para los organizadores ver cómo la gente se agrupaba en corros y comentaban. Compartían experiencias , comentarios y creaban lazos que, en un futuro, estamos seguros que darán nuevos frutos de colaboración , de apoyo, de amistad.
Costó sacarles de la Librería de Tercios Viejos, que al igual que otras empresas dedicadas a la divulgación forma parte de nuestra asociación. La comida y la sobremesa fueron más de lo mismo y transcurrieron en un ambiente distendido donde estamos seguros de que se han gestado muchos y buenos proyectos de divulgación futura.
A los que estuvimos ya solo nos queda disfrutar del recuerdo y a los que os dedicáis a la divulgación histórica y aún no pertenecéis a nuestra plataforma recordaros que tan solo tenéis que pinchar en este enlace y manifestar vuestra voluntad de ingresar en nuestra plataforma contándonos brevemente cual es vuestra labor como divulgadores, formación, etc. En Divulgadores no se pagan cuotas, no hay ningún tipo de interés económico solo amor por hacer buena divulgación histórica, accesible para todos.
Desde la Junta Directiva agradecer de todo corazón a los asistentes el magnífico día que pasamos todos. Dejamos colgadas el resto de las fotos que nos han ido llegando del evento:
Divulgadores de la Historia 
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